Universidad Real y Pontificia |
La cultura novohispana se formo a partir de los elementos
culturales de los pueblos originarios: indios y españoles. Aunque estos
trataron de conservar intactas su lengua y sus costumbres, las instituciones
españolas en la Nueva España absorbieron las influencias del medio circundante.
A pesar de que los indios conservan algunas de sus
tradiciones, en general la colonia significo un gran cambio en su vida
cotidiana. El contacto entre ambos grupos sociales dio por resultado una
aculturación, es decir, el intercambio de elementos culturales, formándose una
nueva cultura: la mestiza.
En la Nueva España existieron diferentes instituciones
educativas que estaban orientadas a distintos tipos de población. Por ejemplo,
había colegios para los indios, como el de san José de los Naturales o el de
santa cruz de Tlatelolco, en donde se enseñaba religión, a leer y escribir. También
se construyeron escuelas para los mestizos, como la de San Juan de Letrán.
Entre las instituciones de enseñanza superior podemos
mencionar los siguientes colegios: santa María de todos los Santos, San Pedro y
San Pablo, y san Ildefonso, así como la
real y Pontificia Universidad, que tenia como tarea principal enseñar las ciencias
para los naturales (los indios) y los hijos de los españoles, tanto en aspectos
relacionados con la religión como en cualquier otro conocimiento. Aunque se
señalaba que la universidad también estaba abierta para los indios, la realidad
es que solo los hijos de los españoles pudieron ingresar a ella.
La universidad fue fundada en 1533 y para finales del siglo
XVI ya había adquirido el rango de pontificia. Al poco tiempo de comenzar sus
funciones, se convirtió en un centro de excelencia educativa, al que acudían
españoles y criollos, principalmente.
Los estudiantes cursaban materias relacionadas con la
religión, filosofía, latín, gramática, derecho y medicina. El prestigio que
alcanzaba esta institución traspaso las fronteras de la nueva España y pronto
llegaron a estudiar jóvenes provenientes de todas las regiones del Imperio
Español. Ellos buscaban obtener un titulo en la carrera de foro (Leyes),
Medicina, Filosofía o Teología.
También se desarrollo la Literatura, se escribieron de las
mas variadas características, destacando especialmente las crónicas y obras
históricas, por ejemplo, los escritos de Cortes (Cartas de relación) y Bernal Díaz
del Castillo (Historia verdadera de la conquista de la Nueva España).
Bernal Diaz del Castillo |
Por su parte, los indios continuaron escribiendo en la época
de la conquista; numerosos textos reflejan su sentir respecto a este hecho.
Para el siglo XVII encontramos grandes ejemplos de la
literatura criolla y mestiza. Entre los grandes literatos de esta época esta
Sor Juana Inés de la Cruz, monja que se dedico sobre todo ala poesía, en donde
dio muestra de su gran sensibilidad.
Los primeros conquistadores se apresuraron a construir
ciudades pues las necesitaban para defenderse de los posibles ataques de los
indios que aun no habían logrado someter. La ciudad también les permitía
centralizar la economía y vivir bajo la tradición española.
Las ciudades españolas en América se construyeron sobre las
ruinas de las ciudades indias, como en el caso de lo que hoy es la ciudad de
México o fueron de nueva creación, como la ciudad de Veracruz.
Los españoles aplicaron nuevos criterios urbanísticos para
levantar sus ciudades, inspirados en las ideas del Renacimiento y de los
romanos. Se siguió, por ejemplo, el llamado modelo de damero, consistente en
calles rectas que se cruzan de manera perpendicular, formando así manzanas y
cuadras. Cada cuadra tenía cuatro lotes, en los que se construyeron las casas
de los señores mas importantes, siempre a partir del modelo de castilla:
grandes patios interiores en los que confluían todas las habitaciones. En la
parte posterior se encontraba la zona destinada a los servicios, mientras que
en las sencillas fachadas se encontraba solo el escudo familiar.
En algunos sectores de las calles céntricas se establecieron
comerciantes y artesanos. Al igual que en España, Las zonas se especializaron,
por ejemplo, en las calles de plateros o tinteros. Junto a la ciudad española
se establecieron poblados indígenas.
Las ciudades presentaron pequeñas variaciones en la traza.
Estos obedecían a accidentes geográficos
como montañas o ríos, y a necesidades propias de la defensa. Aunque la
construcción de murallas no fue común en las ciudades del virreinato de la
Nueva España, la ciudad de Campeche fue la excepción, pues aquí las murallas
eran una forma de defensa frente a los ataques de los piratas.
Además la Arquitectura estuvo representada, sobre todo, en
construcciones religiosas y, como las demás artes plásticas, atravesó por tres
épocas distintas:
-
La renacentista, que predomino a los años
posteriores ala conquista, se caracterizo por la construcción de grandes
capillas abiertas y amplios atrios.
-
La barroca, entre los siglos XVII y XVIII, nos
muestra una reducción en el tamaño de los edificios, en comparación con la
época anterior, y un aumento en los adornos de las superficies.
-
La neoclásica, en los siglos XVIII y XIX, tuvo
como su máximo representante a Manuel Tolsa, que construyo, entre otros, el
palacio de Minería.
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