La economía cambio completamente en relación con la época
anterior. La agricultura fue distinta, se introdujo la ganadería y la
explotación de las minas, el comercio se intensifico. La explotación de
materias primas y metales preciosos fue el gran objetivo de la nueva economía.
Hacia 1540 se descubrieron ricos yacimientos de plata, gran
parte de la cual era enviada a España, pues no se consumía en la colonia. El
trabajo en las minas de plata introdujo pronto otra novedad en la economía: la
acuñación de monedas elaboradas con ese metal.
En general, durante todo el siglo XVI, la plata mexicana
proporciono enormes riquezas a la corona española. Sin embargo, en el siglo
XVII se produjo una crisis económica que se reflejo en el descenso de la población
de este codiciado recurso.
Las causas de este hecho fueron varias a) las vetas mas
accesibles se agotaron, por lo que era necesario un mayor trabajo y el empleo
de otras técnicas para acceder a las vetas mas profundas; b) la alta mortandad
registrada entre los negros limito la mano de obra disponible, y c) debido a que en Europa se descubrieron
importantes yacimientos del metal, hubo un exceso en su producción y, en
consecuencia, bajaron los precios.
En el siglo XVIII la economía novohispana se recupero.
Aumento la población, y con ella, la mano de obra disponible para trabajar en
las minas; por ejemplo, en la Valenciana, de Guanajuato, pues ya se podían
explotar con facilidad vetas profundas. Por otro lado, España dio grandes
facilidades a los mineros.
Los españoles ocuparon la tierra en la nueva España de
manera prácticamente libre, sin control ni regulación efectivos. Algunas veces,
las apropiaciones se daban sobre territorios que pertenecían a los indios. En
los lugares menos poblados, el avance de los cultivos y del ganado fue la norma
que impuso los límites a la propiedad española. La reproducción rápida del
ganado ocasiono que los españoles explotaran la tierra sin medida y, en general,
sin tener los títulos de la propiedad correspondientes, a pesar de las
donaciones formales de tierra con las que el monarca español recompensaba
a sus súbditos por los servicios
realizados. En algunos casos existían estos títulos, pero se referían a una
propiedad de menor tamaño a la que en realidad se tenía.
Fueron tantos los conflictos entre españoles e indios por el
dominio de las tierras y aguas, que hacia 1580 los españoles tuvieron que
componer su situación ante las autoridades, para convertirse legalmente en los
dueños y señores de la tierra. Este proceso significo también una fuente de
recursos para la corona española.
A partir del siglo XVII fue cuando la palabra “hacienda”,
que significaba riqueza personal, se aplico para designar una propiedad
territorial que era exhibida con orgullo como una posesión de carácter
familiar.
¿Cómo eran las haciendas novohispanas?
A partir del siglo XVII, la hacienda se convirtió en la
unidad económica por excelencia de la Nueva España y se desarrollo para
abastecer el mercado interno cuando este dejo de ser proveído por la producción
indígena. La hacienda estaba formada por parcelas destinadas a cultivos
diversos, terrenos para la ganadería y lotes baldíos.
La hacienda era una unidad autosuficiente, pues para obtener
mayores ganancias se aumento la gama de artículos destinados al consumo y
producción internos. De esta manera, no se gastaba en comprar lo necesario para
el mantenimiento de la hacienda, pues todo se producía dentro de la misma.
La fuerza de trabajo de las haciendas se obtenía de los
pueblos de indios y otros grupos dispersos que se establecían en sus
territorios.
Los indios practicaban la agricultura pero esto cambio por
completo ya que los indios perdieron sus tierras y se vieron obligados a
trabajar para los españoles. Los cultivos tradicionales de maíz fueron
sustituidos por el trigo, que era el alimento fundamental de los españoles. Se
introdujo también el cultivo de caña de azúcar y de algunas frutas.
En general, la economía novohispana estaba sujeta a muchas
prohibiciones y reglamentaciones que obstaculizaban su desarrollo. Por ejemplo,
el comercio solo se realizaba por medio de dos puertos: Veracruz, que
comunicaba con Cádiz, y Acapulco, puerto de entrada de la Nao de China, barco
proveniente de Filipinas, también parte del Imperio español.
Estas características no se aplican únicamente al comercio.
La producción de artículos como la seda, la vid y el olivo estaba prohibida,
pues se pretendía proteger a los artículos españoles. De esta manera, los
habitantes de la Nueva España constituían un mercado importante para estos
productos.
La existencia de monopolios y estancos fue también una
constante de la economía. El ejemplo característico de esta situación es el
tabaco cuya producción introdujo, en el siglo XVIII, varias novedades, entre
ellas, la reunión de hombres y mujeres en un establecimiento, antecedente de
las fábricas. Aunque se pagaba un salario por el trabajo realizado, aquel no
correspondía a la actividad, y tampoco existían medidas de seguridad.
Las consecuencias de este tipo de organización económica
fueron varias:
-
A los indios se les obligo, en la mayoría de los
casos, al trabajo forzoso, prácticamente sin remuneración.
-
Los recursos naturales fueron explotados de
manera irracional, ocasionando una profunda crisis económica en el siglo XVII.
-
La existencia de monopolios encarecía los
productos y produjo el contrabando, lo que beneficio a países como Holanda,
Francia e Inglaterra. También aumento las diferencias entre la población, pues
beneficio notablemente a una pequeña clase de peninsulares y algunos criollos,
a costa de la mayoría de la población.
Si bien la Nueva España genero grandes riquezas ninguna
quedo en América, todo fue para España y otras potencias europeas. Esto
ocasiono grandes descontentos que se manifestaron en la forma de rebeliones en
los siglos XVII y XVIII.
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